Marineros Argentinos Exigen Cambios Urgentes: Abusos, Salud y Dignidad en el Trabajo
En pleno enero de 2025, mientras muchos barcos permanecen amarrados en los muelles de Mar del Plata, los marineros enfrentan una realidad cada vez más insostenible. El año pasado trabajaron de enero a diciembre, sin descanso, expuestos a duras condiciones. Pero cuando llega el momento de acceder al sistema de salud —justo en los únicos días disponibles— la cobertura médica falla. Cambios de prestadores, trámites interminables, falta de respuesta. El marinero argentino se siente abandonado.
En este mismo mes, un compañero sufrió una fractura grave de brazo. La respuesta del sistema fue el silencio. Lo dejaron a su suerte. Otro colega, con síntomas preocupantes, tampoco pudo ser atendido correctamente. Esta situación no es aislada: la desprotección es la norma, no la excepción.
El trabajo a bordo no es cualquier trabajo: son turnos de 24 horas sobre 24, bajo condiciones extremas, en un entorno donde cualquier accidente puede tener consecuencias devastadoras. Sin embargo, a pesar del sacrificio diario, los marineros son tratados con indiferencia. En muchos casos, no están registrados formalmente, sufren descuentos injustificados, incluso por elementos básicos de trabajo como guantes, y se enfrentan a un sistema jubilatorio que les promete la mínima tras años de aportes forzosos.
Esto no puede seguir así. El oficio marinero debe ser reconocido y respetado. Se requiere destrabar convenios, modificar contratos laborales que hoy perjudican a toda la comunidad obrera del mar, y garantizar el acceso real a derechos básicos como la salud, la jubilación y la seguridad laboral.
“Hay tres clases de hombres en la vida: los vivos, los muertos… y los que navegan”.
Hoy, los que navegan reclaman ser vistos y escuchados.