Marineros reclaman cambios en el convenio laboral

Marineros reclaman cambios urgentes en el convenio laboral

Los marineros argentinos enfrentamos día a día condiciones laborales injustas y cada vez más precarias. El convenio colectivo de trabajo actual está lleno de trabas que solo favorecen a las empresas, dejando a los trabajadores sin garantías reales.

Un ejemplo claro de esta desigualdad es el precio de la merluza, que se paga a 0,22 centavos de dólar, un valor irrisorio para la tarea riesgosa que realizamos en altamar. Además, existen empresas y barcos que operan bajo sus propias reglas, estafando a los marineros tanto relevos como efectivos, al pagarles sueldos mal liquidados y con recibos manipulados por contadores que actúan con total impunidad.

Necesitamos un cambio profundo

Proponemos que el pago sea realizado directamente cara a cara con el dueño, sin intermediarios ni contadores que falsean los números. El Estado y los organismos que dicen representarnos brillan por su ausencia y no ejercen control ni protección efectiva sobre nuestra situación.

Solo unas pocas empresas pesqueras argentinas cumplen con lo básico. El resto abusa del trabajador mientras se beneficia de subsidios estatales. Mientras tanto, nosotros seguimos poniendo el cuerpo, llenando los cajones de pescado fresco, sin el reconocimiento ni la remuneración justa que merecemos.

Exigimos condiciones laborales dignas

Estamos cansados de tener que revisar cada mes los recibos de sueldo, de buscar los errores y las estafas. Somos marineros, no auditores. Las empresas roban recursos del mar, evaden impuestos y precarizan salarios, mientras intentan hacernos ver como problemáticos cada vez que reclamamos nuestros derechos.

Queremos un salario digno, acorde a la responsabilidad y esfuerzo de nuestro trabajo. Porque el cajón de pescado se llena con nuestras manos, enfrentando el mar, las tormentas y la indiferencia de quienes se benefician de nuestro sacrificio.

Basta de abusos

Necesitamos renovar el convenio colectivo, terminar con las prácticas abusivas, recuperar nuestros derechos y dignidad. El marinero argentino, ya sea relevo o efectivo, no puede seguir siendo invisible ni explotado.